Sin liberarnos del trabajo

La semana pasada, la administración del presidente Barack Obama, a través del Departamento del Tesoro, se expresó sobre la situación económica de Puerto Rico con varias propuestas para atender la crisis económica y fiscal. Algunas validan la postura de la administración local.

Como en todo proceso permeado por la cosa política, surgen opiniones a favor y en contra. Sin embargo, aún con sus detractores, no es menos cierto que es una expresión fuerte de Casa Blanca y, más que nada, es un paso positivo.

Estados Unidos tenía que empezar a hablar de la situación que atravesamos como pueblo. La propuesta junto a la vista congresional, donde participó un precandidato presidencial demócrata, inequívocamente impulsó la discusión pública que necesitamos en la capital federal.

Esto de ninguna forma nos libera del trabajo que nos corresponde hacer. Podremos reestructurar la deuda y tener paridad en fondos de salud, pero si no mejoramos los incentivos que promuevan la participación laboral, estimulamos la creación de empleos y facilitamos el hacer negocios en Puerto Rico, nos veremos en el mismo lugar en unos cuantos años. Las ramas ejecutivas y legislativas puertorriqueñas tienen que continuar con los procesos ya comenzados. La reforma del mercado laboral está radicada, así como están sometidas propuestas para atender la problemática de los permisos.