Ex-Presidente APPR
La verdad es que el impuesto municipal al inventario es un verdadero dolor de cabeza a la hora de hacer negocios en Puerto Rico. Son muchos los comerciantes que tienen que velar por lo que compran, no por presupuesto ni por falta de negocio, sino porque el costo de tener un inventario y no rotarlo es abrumador.
En la práctica, el impuesto a los inventarios desincentiva la actividad económica y causa grandes problemas en la cadena de suministros ya que cada comerciante está pensando en el impuesto que tiene que pagar en vez de ser productivo en crear negocios y producir más ingresos comerciales al negocio y que a su vez entran el estado y municipio. Tenemos que volver a mirar todo impuesto que afecta directamente la actividad económica y tomar decisiones ya.
Está más que evidenciado que la situación de falta de inventario en Puerto Rico es el doble de cualquier estado de la nación americana. Además, hemos sido testigos del gran problema de abastecimientos que hemos tenido a causa del huracán “María” y la falta del nivel de inventario apropiado para la temporada de huracanes.
Es hora de eliminar ya lo que a todas luces nos causa un detente económico y traer a la mesa opciones progresistas alineadas al éxito comercial y a futuras transacciones que generará la mayor disponibilidad de inventarios.