Vicepresidenta Ejecutiva - APPR
El viernes pasado comenzó la Temporada de Huracanes 2018 y la pregunta obligada, y que ha estado en boca de todos es: ¿Estamos preparados? Esta es una pregunta que todo individuo, familia y sectores de nuestro país debemos contestarnos.
El espacio de esta columna no es suficiente para listar todas las áreas que deben ser atendidas. Sin embargo, quiero enfatizar en un área en que el país se vio afectado grandemente.
La carencia en el abasto de suministros. Todos sufrimos la falta de inventario durante y después de la catástrofe de María. Una de las razones principales para la falta de suministros es el impuesto sobre el inventario. Esto obliga a las empresas y comercios a mantener un inventario bajito, pues es demasiado costoso por los impuestos.
Para que tengan una idea, según información provista por la Asociación de Comercio al Detal y la empresa Professional Market Research, antes del huracán “Irma” había inventario para 21 días y un promedio de “out of stock” de 13.89 %. Después de “María” aumentó a un 44.71 %. y, desde enero al día de hoy, se ha mantenido en un 23.12%.
Ni siquiera hemos podido bajar al promedio previo a “Irma”. Para estar preparados y enfrentar otra emergencia, idealmente deberíamos tener entre 45 a 60 días de inventario. Sin embargo, mientras el Gobierno mantenga el impuesto sobre el inventario nunca vamos a tener un buen abastecimiento de suministros para enfrentar otra crisis como la del año pasado.
Según un sondeo realizado por la ACEDT a sus socios de eliminarse, aumentaría en un 30% en promedio los inventarios. Esto afecta mayormente la seguridad alimentaria. Por lo tanto, para estar preparados es imperativo, es más es una obligación moral, que el impuesto sobre el inventario sea eliminado.