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Ha sido un año intenso para Puerto Rico: la deuda, las primarias, los candidatos, PROMESA, y ahora la primera de dos decisiones del Tribunal Supremo Federal. Para todo esto, los candidatos a la Gobernación, a través de los últimos meses, han estado hablando de planes para el País.
Si buscamos bien, aunque son excelentes propuestas y las buenas intenciones se encuentran en cada una de ellas, no solo se puede pretender el qué, sino el cómo tiene que establecerse e identificarse que, precisamente, esa es la parte integral y lo que verdaderamente define un plan. Y esto cobra más relevancia ante la realidad de la Junta de Control Fiscal o PROMESA ya aprobado por la Cámara de los Estados Unidos.
Los seis candidatos tienen que entender que a la Junta no se puede llegar con meras propuestas. La Junta se debe atender y enfrentar con un plan estratégico definido para Puerto Rico, que pueda atender la situación fiscal y que establezca un nuevo modelo de desarrollo económico, con sus pasos, estrategias y tácticas para crearlo, desarrollarlo, establecer y ejecutarlo, que nos permita el crecimiento y la competitividad ante Estados Unidos y el mundo.
No podemos esperar a que llegue la Junta. Hay que trabajarlo ya. Por tanto, a los candidatos que aspiran a tomar las riendas de la Isla, debemos preguntarle: en este momento histórico, ¿dónde está el plan para Puerto Rico?